Tú estabas dormida
como el agua que duerme en la alberca ...
y yo llegué a ti
como llega
hasta el agua que duerme
la piedra.
Turbé tu remanso y en ondas de amor te quebraste
como en ondas el agua que duerme se quiebra
cuando
llega
a turbar su remanso dormida
la piedra.
.
Piedra fui para ti, piedra soy
y piedra quiero ser, pero piedra
blanda de sal
que al llegar a ti se disuelva
y en tu cuerpo se quede
y sea
como una levadura de tu carne
y como el hierro de la sangre en tus venas.
Y en tu alma deje una sed infinita
de amarlo todo ... y una sed de belleza
insaciable...
eterna...
'
LEÓN FELIPE
4 comentarios:
Ais! Q desastre! Por error borré la entrada! Ya la recuperé, pero eso es lo de menos, porque he perdido vuestros comentarios... Madame siento tanto haber perdido el suyo!
Nausicaa y Madame Vaudeville, a ustedes ya os contesté, agradezco muchos sus comentarios, siempre, a lo sabéis.
Daniela:
Me alegro mucho de q viniera a dar una vuelta por el Libro. LLegué a leer su comentario, gracias! Espero verla de nuevo por aquí.
Un saludo
Y les repito, mil perdones por mi torpeza! Y mil besos también!
Ooh, no sabe cuánto lo siento. QUé rabia me da por usted, aunque me alegra mucho que le gustara mi poemita; lo hice con todo el cariño, pero no podría reproducirlo ahora; me salió en el momento del alma y nunca podría volver a ser igual...
Besos ricos
Prometo regalarle más poemas sentidos, ya verá. Mua!
Vaya... tenía la esperanza de poder recuperar tu poema... jo, ahora si q me siento mal...
Ais... pero bueno, ya te digo q me encantó, y te doy las gracias otra vez.
Por cierto, quería pedirte permiso para poner un vínculo en mi libro hacia tu cabaret... q te parece?
Un beso.
Claro que sí!!! Sería todo un honor!!! Ni se imagina lo identificada que me siento con usted; lo cercano que le siento...
Sería un placer.
Muchas gracias ruborizadas
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