martes, 31 de mayo de 2011

Arriba


- Ven, te voy a llevar a un sitio secreto.
- Secreto... qué interesante...
- Sí, ven, es por aquí.
- ¿En la azotea?
- Sí, justo ahí.
- No me dirás en serio que suba ahí arriba.
- Sí. Subo yo y ahora tú. Venga, apóyate ahí, y dame la mano. Eso es, ves, ya estás.
- Estás loco.
- Lo sé. Pero aunque no lo creas, el estar aquí arriba en el tejado, aunque sólo sea dos metros de donde sube el resto de la gente, me hace sentir... me hace sentir...
- Sí... te entiendo... como si no fueras uno de ellos.



domingo, 29 de mayo de 2011

Huevos Fritos


Llegado el momento me ofrecieron un par de huevos fritos. - Si haces esto, todos los días podrás comer huevos fritos, con sus patatas, su chorizo y pimientos fritos. Y acepté. Porque no sabía muy bien qué hacer, porque era lo más fácil, y porque dos huevos fritos son dos huevos fritos, y más si llevan chorizo.

Pero al cabo del tiempo me di cuenta de que no me gustan tanto los huevos fritos, y menos todos los días. Y además no siempre llevan chorizo, pimientos, ni siquiera patatas. Y lo comento. Y me dicen que qué digo - joder, con la suerte que tienes-. Y te callas, y lo piensas, y reconoces que tienes suerte, y sonríes, y te olvidas.

Te olvidas hasta que pasa algún tiempo más, y cada día te resulta más difícil seguir comiendo huevos fritos, pero si no te los comes, y los dejas en el plato, te sientes mal, por rechazarlo, por tan siquiera pensarlo. Y buscas a alguien de confianza, y le cuentas todo lo que te pasa. Y te dicen que qué digo, - si hay gente que no puede comer nada, que no tiene nada, y tú te quejas de que comes todos los días huevos fritos... con lo mal que está la cosa-. Y te callas, y lo piensas, y reconoces que tienes suerte, y sonríes, y te olvidas.

Te olvidas hasta que los huevos fritos diarios hacen que tu colesterol suba por las nubes, y tapone tus venas, y explotes por dentro, y mueras.

Pero ¿quién va a rechazar ahora dos huevos fritos, con sus patatas, su chorizo y pimientos fritos?



jueves, 19 de mayo de 2011

Cuando Ya no hay Nada que Hacer




[...] Lentamente caen las hembras melancólicas al río. Hay veces que setiembre es una fuga de mujeres pálidas menstruando sin piedad en las escalinatas de los muelles. Luego se arrojan distraídamente. Nunca más se las ve.


—¿Por qué tardaste tanto? —me preguntó al fin.
No le respondí. No había respuesta, y además no era necesaria.
—Pasaron quince años desde el día que lo escribí —intentó justificarse—. Eso es demasiado tiempo para una mujer sola.
—¿Es tarde, Erica? —pregunté.
—Es tarde —respondió.
Golpeé la mesa con fuerza y los viejos interrumpieron su partida para mirarme. Ella se recostó sobre el respaldo de la silla con calma y cerró los ojos.
—No me podés acusar por haber pensado que no existías —dijo sin abrirlos.
—Te puedo acusar por haberte conformado —le dije, hiriente.
Se paró, cerró su abrigo y me miró con pena, mientras yo seguía sentado en la silla y no hacía nada por impedir que se marchara.
—A veces —me dijo en voz muy baja— llegar tarde es igual a no llegar.
Salió a la vereda y al pasar delante de la mesa me miró, a traves del vidrio, con una mirada triste.
Entonces yo me levanté, caminé hasta la puerta del bar y mientras el mozo me reclamaba el pago de los cafés la miré alejarse por la calle oscura, abrazando su abrigo y sin darse vuelta.

Nunca más se las ve —le dije al mozo mientras le pagaba, y luego yo también me marché.
[...]

Gustavo Albanece



Cuando no hay nada que hacer el mundo es muy triste. Y uno se da cuenta de que el tiempo, ese mismo que se supone sopla a favor de olvidos por un lado y sueños por otro, nos empuja hacia la soledad. Y no hay nada que hacer. Porque todo aquello que me contaron es mentira, y conforme vamos envejeciendo soy más consciente de eso, y el desengaño con la vida que supuestamente había diseñado es demasiado importante para poder empezar de cero, para volver a tener esperanza y creer una vez más en lo que me digan. Y entonces es cuando no hay nada que hacer.



martes, 17 de mayo de 2011

Resintonización



Cuando intento poner el canal "Hablar Conmigo Mismo" no consigo ver nada, sólo nieve y mucho ruido.

Necesito una resintonización urgente en forma de vacaciones...
pero aún queda tanto tiempo.



domingo, 15 de mayo de 2011

Manque pierda... ¡de primera!



Porque me siento parte de ti

como tú lo eres de mí
porque sufro en tus tristezas
y me emociono con tus alegrías
siempre siempre
me siento orgulloso de ti.

¡Felicidades Betis!