martes, 29 de enero de 2008

Piedra de Sal

Tú estabas dormida
como el agua que duerme en la alberca ...
y yo llegué a ti
como llega
hasta el agua que duerme
la piedra.
Turbé tu remanso y en ondas de amor te quebraste
como en ondas el agua que duerme se quiebra
cuando
llega
a turbar su remanso dormida
la piedra.
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Piedra fui para ti, piedra soy
y piedra quiero ser, pero piedra
blanda de sal
que al llegar a ti se disuelva
y en tu cuerpo se quede
y sea
como una levadura de tu carne
y como el hierro de la sangre en tus venas.
Y en tu alma deje una sed infinita
de amarlo todo ... y una sed de belleza
insaciable...
eterna...
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LEÓN FELIPE

lunes, 28 de enero de 2008

Binomio Fantástico: Insomnio y Pecera...

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Dedicado a Madame Vaudeville
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Marina había nacido junto al mar, de ahí su nombre... el parto se adelantó unos días, y cogió a sus padres de improviso, en medio de una semana q se habían tomado de descanso antes del nacimiento. Así q su madre dio a luz en la pequeña casa q tenían alquilada en aquel pueblo costero. Su primera cuna fue una cama normal q rodearon de sillas… y sus primeros sueños fueron arrullados por el sonido de las olas del mar. Y así pasó Marina sus primeros días de vida.

Cuando volvieron a la gran ciudad todo fueron visitas para conocer a la nueva niña. Y preguntas de cómo estaba, si era buena, si comía y dormía bien… Y todas las respuestas eran afirmativas… porque la niña había nacido fuerte, pero con hambre y con sueño, y durante el tiempo q habían pasado en el pueblo toda su vida consistía en comer y dormir en aquella habitacioncita q daba al mar. Sin embargo desde la primera noche q llegaron a la ciudad habían notado q Marina estaba más inquieta. Al principio pensaron q era normal, q se tendría q adaptar al nuevo piso. Pero nada, pronto Marina dejó de quedarse dormida como antes, y se pasaba la noche llorando y llorando. Sus padres desesperados no sabían q hacer. Hasta q un día a su padre se le ocurrió una cosa. Fue al pueblo costero en donde había nacido Marina, y de la playa cogió una caracola, y en una pecera echó unas cuantas piedras, un poco de arena y la llenó de agua de mar. Al volver a casa su mujer le preguntó q para q quería todo eso. Él no le respondió, sólo puso la pecera en la mesita de noche junto a la cuna, y al lado de Marina, la caracola. Y de esta manera Marina pudo, de nuevo, quedarse dormida arrullada por el mar.



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jueves, 24 de enero de 2008

Revolución

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Las Revoluciones cambian el curso de la Historia


Pero yo no quiero hablar de revoluciones políticas o sociales, q cambian la historia de pueblos, naciones o de toda la Humanidad. Hablo de revoluciones personales, q cambian el curso de nuestra propia historia, de nuestra vida. Aunque a veces estas últimas sean responsables de causar luego aquellas.

La revoluciones personales son hechos bruscos, imprevisibles, q rompen con la situación q vivimos en un momento determinado. Las podemos provocar nosotros, o aprovechar algún motivo concreto, positivo o negativo, para llevarlas a cabo. Al fin y al cabo razones hay muchas: mejora laboral, familiar, amor, liberación, miedos…

En mi vida no ha habido muchas revoluciones personales. Más bien parece q mi historia estaba escrita desde mucho antes de q yo naciera. Sólo tengo una revolución, q en un principio fue digna de ser contada, puesto q parecía ser una gran revolución. Pero como suele pasar con las revoluciones drásticas, vienen seguidas de contrarrevoluciones aún más drásticas, q no sólo anulan todo lo conseguido durante la época revolucionaria, sino q también provocan la pérdida de cosas buenas q se tenían con anterioridad. Por eso mi revolución ya no es tan digna de ser contada, porque fue una revolución fracasada. No sólo no conservé nada de ella, sino q perdí aún más.

Pero sea como sea, debemos estar orgullosos de nuestras revoluciones. Cualesquiera q sean los motivos, y cualesquiera q sean los resultados. Porque las revoluciones personales nunca se hacen con la cabeza, siempre se hacen con el corazón.


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domingo, 20 de enero de 2008

Maravillosa Criatura

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Toulouse Lautrec - Beso en la cama


- Es el diamante más grande del mundo.
- No –corrigió el gitano-. Es hielo.
José Arcadio Buendía, sin entender, extendió la mano hacia el témpano, pero el gigante se la apartó.
- Cinco reales más para tocarlo-, dijo.
José Arcadio Buendía los pagó, y entonces puso la mano sobre el hielo, y la mantuvo puesta por varios minutos, mientras el corazón se le hinchaba de temor y de júbilo al contacto del misterio. Sin saber qué decir, pagó otros diez reales para que sus hijos vivieran la prodigiosa experiencia. El pequeño José Arcadio se negó a tocarlo. Aureliano, en cambio, puso la mano y la retiró en el acto.
- Está hirviendo-, exclamó asustado.
Pero su padre no le prestó atención. Embriagado con la evidencia del prodigio, en aquel momento se olvidó de la frustración de sus empresas delirantes y del cuerpo de Melquíades abandonado al apetito de los calamares. Pagó otros cinco reales, y con la mano puesta en el témpano, como expresando un testimonio sobre el texto sagrado, exclamó:
- Este es el gran invento de nuestro tiempo.


Cien Años de Soledad
Gabriel García Márquez



Y el niño experimentó la misma sensación q José Arcadio Buendía cuando lo llevaron a conocer el hielo. Y supo, al observar a aquella maravillosa criatura, desnuda y dormida junto a él, q se había convertido en hombre, y ella en su mujer.



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domingo, 13 de enero de 2008

Crisálidas



A veces el mundo parece ser demasiado grande y nos sentimos tan perdidos q necesitamos un sitio donde escondernos, en donde estar seguros. Otras, en cambio, se hace particularmente pequeño, y no conseguimos poner suficiente tierra de por medio con nuestros recuerdos pasados, convertidos en miedos presentes.

Por ello, como mariposas en crisálidas, nos envolvemos en una segunda piel, fina, transparente, fría, como si fuera de cristal, casi imperceptible. Un cristal q si bien nos permite ver, oír, tocar, no nos dejará ver más allá de lo q tenemos justo delante, oír el lenguaje oculto de las palabras, o notar el calor de una caricia. Es decir, podremos vivir, sí, pero no viviremos con la pasión suficiente para querer seguir viviendo.

Encerrados en nuestros propios palacios de hielo, olvidamos pronto las razones por las cuales decidimos olvidarnos del resto del mundo. Suele pasar q esas razones, las mismas q nos hicieron huir, las q nos hicieron salir corriendo, son las únicas q nos pueden hacer volver.



"Entonces la pequeña Gerda lloró lágrimas ardientes, q cayeron sobre su pecho, se abrieron paso hasta su corazón, deshelaron el bloque de hielo y disolvieron el diminuto trozo de cristal en él.

Entonces Kay estalló en sollozos: lloró hasta q el granito de espejo salió de sus ojos, la
reconoció y dio un grito de júbilo:
- ¡Gerda, querida, pequeña Gerda! ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Y dónde he estado yo?


La reina de las Nieves
H.C. Andersen


La vida no es más q una concatenación de hechos. Y esos hechos no tienen razón de ser si no se les da razones para que sigan existiendo. Si no encontramos un motivo, todo carecerá de sentido, y sólo veremos la vida pasar.

Yo, desde mi crisálida de sal marina, no quiero seguir sólo viendo mi vida pasar.



sábado, 5 de enero de 2008

Como el gato de Schrödinger

El experimento del gato de Schrödinger o paradoja de Schrödinger es un experimento imaginario, diseñado por Erwin Schrödinger para exponer uno de los aspectos más extraños, a priori, de la mecánica cuántica.


El experimento consiste en situar un gato en una caja cerrada y opaca. En la caja tmb ponemos una ampolla con un gas volátil venenoso, un martillo conectado a un dispositivo detector de partículas alfa, y un átomo radioactivo, con un 50% de probabilidades de desintegrarse en una hora y otro 50% de no hacerlo. En caso de q el átomo se desintegre, emitiría una partícula alfa. Entonces el detector se activaría y el dispositivo dejaría caer el martillo sobre la ampolla, q al romperse liberaría el gas venenoso, provocando la muerte del gato.










Evidentemente, al cabo de una hora habrá ocurrido uno de los dos sucesos posibles: el átomo ha emitido una partícula alfa o no la ha emitido (la probabilidad de que ocurra una cosa o la otra es la misma). Como resultado de la interacción, en el interior de la caja, el gato está vivo o está muerto. Pero no podemos saberlo si no la abrimos para comprobarlo.

Si lo que ocurre en el interior de la caja lo intentamos describir aplicando las leyes de la mecánica cuántica, (y podemos hacerlo, ya q todo el sistema depende sólo del átomo radioactivo) llegamos a una conclusión muy extraña. El gato vendrá descrito por una función de onda extremadamente compleja resultado de la superposición de dos estados combinados al cincuenta por ciento: "gato vivo" y "gato muerto". Es decir, aplicando el formalismo cuántico, el gato estaría a la vez vivo y muerto; se trataría de dos estados indistinguibles.

La única forma de averiguar qué ha ocurrido con el gato es abrir la caja y mirar dentro. En unos casos nos encontraremos al gato vivo y en otros muerto. Pero, ¿qué ha ocurrido? Al realizar la medida, el observador interactúa con el sistema y lo altera, rompe la superposición de estados y el sistema se decanta por uno de sus dos estados posibles.

El sentido común nos indica que el gato no puede estar vivo y muerto a la vez. Pero la mecánica cuántica dice que mientras nadie mire en el interior de la caja el gato se encuentra en una superposición de los dos estados: vivo y muerto.






Yo no estoy vivo y muerto al mismo tiempo; o al menos eso creo. Pero sí es cierto q en nuestro estado de ánimo influye mucho la interacción q sobre nosotros haga todo aquello q nos rodea. Es decir, al fin y al cabo, tmb, como en el experimento, dependemos de un observador, o más de uno.

Desde hace tiempo no puedo definir mi estado. Vivo en una constante mezcla de alegría-tristeza, q bien podría decirse q es melancolía. Y según con quien esté, me decanto por un estado u otro. Y no es fácil, porque hasta q no hay un observador q quiera observarme, ni yo ni nadie sabe exactamente como estoy, con todo lo q eso supone. Por eso creo q ahora mismo soy como el gato de Schrödinger.

Friedrich - Hombre sobre un Mar de Nubes

PD.- En algunos libros modernos de física, para colaborar en la lucha por los derechos de los animales, en el dispositivo experimental (por supuesto, hipotético) se sustituye la ampolla de veneno por una botella de leche que al volcarse o romperse permite que el gato pueda beber. Los dos estados posibles ahora son: "gato bien alimentado" o "gato hambriento". Lo que también tiene su punto de crueldad.


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martes, 1 de enero de 2008

Algo Diferente

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Empieza otro año y todos pensamos en las cosas q nos han pasado en el año recién terminado y en las q queremos q nos pasen ahora. Noches como la de Nochevieja y días como el de Año Nuevo hay pocos en la vida. Quizás sólo los cumpleaños. Son extraños. En ellos mezclamos de forma aleatoria pasado, presente y futuro; y aunque el tiempo vuelva a demostrar q pasa irremediablemente en el calendario, y en nosotros también, y q no nos queda más q aceptarlo, conseguimos relativizarlo todo lo q se nos antoje. Porque en esta noche enterramos todos los proyectos muertos, fracasados por desidia o demasiada ambición. Y porque en este día iniciamos otros nuevos, aunque ni siquiera tengamos una ligera idea de los q eso significa, de lo q nos pueda pasar.

Sentimientos encontrados son los q esta noche vinieron a mí. Demasiado encontrados para saber cuáles debía enterrar y cuáles debía dejar nacer. Una amalgama de melancolía y esperanza q apenas me dejaron dormir, en un intenso intento de saber lo q querían decir. A lo mejor no querían decir nada, porque en realidad todo sigue igual q siempre, o casi.

Por eso, para este año 2008 sólo voy a desear una cosa: q al menos en un día de los 366 q componen este Nuevo Año (sí, es bisiesto), ocurra algo diferente a los otros 365. Y q pueda compartirlo con los q más quiero.





¡FELIZ AÑO 2008!
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