Me gustan las pelis y series de espías... tanto q de pequeño decidí convertirme en uno. Así q desde entonces sigo un duro entrenamiento, por si algún día tengo la oportunidad de formar parte de alguna agencia de inteligencia:
- Me gusta observar a la gente q me cruzo por la calle, o q entran en una bar o en una tienda o en donde sea q yo esté; si son diestros o zurdos, si fuman, si llevan gafas de sol y se las quitan o no para hablar con alguien…
- Me gusta memorizar matrículas, números de teléfono, carreteras y planos de ciudades q desconozco.
- Cuento los escalones de las escaleras, por si algún día tengo q huir por ellas en la oscuridad.
- Me fijo en dónde están las puertas de seguridad en los centros comerciales y las cámaras de seguridad en los bancos.
- Aunque soy diestro intento usar las dos manos, para escribir, para comer… nunca sabes cuando pueden dejarte con alguna inutilizada.
- Afino mi puntería tirando gomillas a algún objetivo q encuentre por mi habitación.
- No fumo, no me gusta el tabaco, ni su olor, ni el humo, ni nada; pero aprendí a fumar por si algún día me ofrecían una pipa de la paz, ya q sería muy descortés rechazarla.
- Lo mismo me pasa con el whisky, tampoco me gusta, pero es lo q suelen ofrecer los mafiosos...
Y un largo etcétera más. Y es q hay películas, como esta, q acabaran por volverme aún más loco.
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