lunes, 22 de agosto de 2011

La Vie en Rose




Malhumorado, se puso la dentadura postiza y masticó los secos pedazos de hígado. Muchas veces escuchó decir que con los años llega la sabiduría, y él esperó, confiado en que tal sabiduría le entregara lo que más deseaba: ser capaz de guiar el rumbo de los recuerdos y no caer en las trampas que estos le tendían a menudo.

Un Viejo que leía Novelas de Amor. Luis Sepúlveda.


Y por fin hubo que crecer. Cuando eres un crío eres tan ingenuo que crees que se crece poco a poco. Y una mierda. Es como un tortazo, ¡zas! Como el golpe de la rama de un árbol cuando alguien camina delante de ti por un bosque.

Quiéreme si te atreves.


Y sin embargo, pese a los errores, los malentendidos, las oportunidades perdidas, las malas elecciones, sigo teniendo esperanza en la vida, en todo lo que me deparará la vida.



4 comentarios:

Soy ficción dijo...

La esperanza es lo último que se pierde. Suerte con ella.

illeR dijo...

me has recordado muchisimo una viñeta de liniers que vi el otro día, pero no se si me dará tiempo a ponertela antes de irme, sino es así recuerdame que a la vuelta te la busque!!

Srta. M dijo...

Ante la incertidumbre de lo que está por venir, sin duda lo mejor es ser positivo, siempre hacia adelante!

J.Himilce dijo...

Soy Ficción: gracias... yo pondré todo lo necesario tmb... no sólo hay q confiar en la esperanza...

illeR: pues esperaré a q vengas de tu retiro tecnológico para q me la enseñes :)

Srta. M: esperando lo mejor, haciendo frente a lo peor... siempre pa´lante