'
“El broche se abrió. La cadena, la misma que llevaba puesta desde pequeño, decidió que era el momento de dejarme. Se deslizó suavemente, serpenteando desde mi cuello hasta el suelo. La cogí, y fuí a ponérmela de nuevo, cuando pensé que, si había decidido soltarse, sóla, sin que nadie ni nada la tocara, sería por algo”
Creo que los objetos, las cosas que nos rodean, tienen vida propia. Y aunque no es fácil, es posible darse cuenta si uno se fija bien. Y no hablo de que las tostadas siempre caigan del revés, o de que las llaves se escondan en lo más profundo del bolso. No. Hablo de que a veces, también es necesario dejar que las cosas tomen su propio rumbo.
“Y cuando la cadena decida volver, seguro que encuentra la manera de hacérmelo saber, y entonces, de nuevo me la pondré en el cuello”
·
2 comentarios:
pssss que la encontré yo!!!!!
Ah! La tienes tú! Ya decía yo q no la encontraba...
Publicar un comentario