martes, 28 de febrero de 2012

Aceituneros Altivos


Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos, decidme en el alma ¿quién
quién amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?
Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Miguel Hernández


Sirva este poema de Miguel Hernández (Orihuela 1910 - Alicante 1942) como homenaje a Andalucía en su día. Para que no olvidemos lo que somos, lo que tenemos y lo que podemos conseguir. 


jueves, 9 de febrero de 2012

If not for You



Sin ti, el invierno no tendría primavera.




martes, 31 de enero de 2012

Don't Look Back in Anger




Todo aquello que imaginé
lentamente se desvanece,
lo demás vendrá solo.
Es complicado aceptar
que lo que se pueda encontrar
(en mí, en ti, en nosotros)
no nos haga sentir victoriosos.
Sin embargo,
si cierro los ojos,
puedo ver cómo será.
Es demasiado tarde para cambiar(lo)
y no miraré atrás con rencor
cuando suceda.



jueves, 26 de enero de 2012

Y todo pasa



"Ya ves, continuamos viviendo, cada uno a su manera, incluso ahora", pensé. Por profunda y fatal que sea la pérdida, por importante que sea lo que nos han arrancado de las manos, aunque nos hayamos convertido en alguien completamente distinto y sólo conservemos, de lo que antes éramos, una fina capa de piel, a pesar de todo, podemos continuar viviendo, así, en silencio. Podemos alargar la mano e ir tirando del hilo de los días que nos han destinado, ir dejándolos luego atrás. En forma de trabajo rutinario, el trabajo de todos los días..., haciendo, según cómo, una buena actuación. Al pensarlo, me sentí terriblemente vacío.

Haruki Murakami - Sputnik, mi amor



 



Cambiamos
no somos consciente de ello
hasta vernos en una fotografía
(o un recuerdo pasajero)
de lo que ya no está.
Porque nuestro mundo
es aquello que nos rodea
y al igual que nosotros
cambia.
Por eso envejecemos
sin que tenga que ver la edad
sino las ganas
de intentarlo de nuevo
de empezar cada día
de cero.
Y a pesar de ello
lo hacemos
nos reinventamos.
Y todo pasa.

lunes, 23 de enero de 2012

Ni bueno, ni feo, ni malo



El mundo se divide en dos categorías: los que tienen revólver cargado, y los que cavan. Tú, cava.

El bueno, el feo y el malo.


Yo, cavo.
Seguiré cavando siempre.
Porque no soy capaz de tener una pistola.
Ni quiero tenerla.
No vaya a ser que mate a alguien.
O me mate yo.